Con esta experiencia única, te invitamos a descubrir la esencia de la cocina cusqueña, donde no solo serás espectador, sino participante activo en la preparación de los platillos. Guiado y supervisado por mujeres locales, que han heredado los secretos de la sazón de generación en generación. Ellas no son chefs profesionales, sino guardianas de la sabiduría culinaria ancestral y ponen en cada platillo el balance perfecto entre alimentos cálidos y frescos, según los principios de la sabiduría andina.

Uno de los aspectos más fascinantes de esta experiencia es la riqueza de especias y hierbas aromáticas que la región de Cusco ofrece. Plantas como el huacatay, la muña y la ruda no solo aportan un sabor inconfundible a los platos, sino que también tienen propiedades medicinales, utilizadas desde tiempos ancestrales para curar el cuerpo y el espíritu. Estas hierbas aromáticas, además de realzar los sabores, son un recordatorio constante de la integración entre la cocina y la medicina andina.

Durante esta experiencia, te deleitarás con la variedad de súperalimentos andinos, como la quinua, la kiwicha, la maca, el tarwi, el maíz morado, etc reconocidos en todo el mundo por sus increíbles propiedades nutricionales. En Cusco, estos alimentos no son solo ingredientes, sino verdaderas fuentes de energía y vitalidad que han sido la base de la dieta local por siglos. Además, descubrirás los diferentes tipos de papas nativas, cada una con su propio sabor, textura y color, que cuentan historias de conexión con la tierra. Entre estos tesoros culinarios destaca el maíz blanco gigante del Valle Sagrado, un emblema de abundancia que fue venerado por los Incas y sigue siendo un ingrediente fundamental en la cocina cusqueña.

Para complementar esta inmersión culinaria, disfrutarás de platillos que varían según las estaciones — lluvias y secas —, lo que te permitirá degustar lo mejor de cada época del año, con ingredientes frescos y llenos de vida.